Mi más sincero pésame por el fallecimiento de Judith Miller a su esposo Jacques Alain Miller, a sus hijos Eve y Luc y nietos.
La recordaré siempre por su generosidad y dedicación a la causa analítica y la Fundación del Campo Freudiano que hicieron posible que la Orientación Lacaniana y la trama sobre la que se sostiene haya llegado de alguna u otra manera a los rincones más recónditos del planeta.
Sus iniciativas, su empuje, su deseo y su sonrisa nos acompaña a los que tuvimos la suerte de conocerla. Ella nos ha dejado un legado y un estilo, una huella imborrable que nos acompañará.
La deuda es inmensa tal y como dice el Comunicado de la Presidenta de la ECF Christiane Alberti,